lunes, 27 de abril de 2009

Leido y escribeido

Ambos padres míos leen ávidamente y buena literatura, y esto ha influido mucho en mi vida, pues yo leo mucho y me parece algo absolutamente necesario para vivir. Podría decir, que la mayor parte de la gente con la que me relaciono lee, mis amigas leen, Ángel lee mucho (no tanto como yo, jijiji), y esto es importante. Podría parecer algo insignificante cuando se trata de amistades, pero para mí es mucho más que eso, pues leer en general, y en particular lo que se lee, influye en la vida de quien lo hace, define su manera de hablar y en parte, de ver el mundo; por esto, creo que los lectores pueden dividirse en dos conjuntos diferentes, que tienen a su vez, dos subconjuntos, que pueden conjugarse con los otros conjuntos o subconjuntos.
Existen, primero, los que tienen un hábito de lectura, que siempre están leyendo un libro, y los que sólo leen de vez en cuando, o por moda. En el segundo conjunto, están los que leen literatura comercial, y los que leen "buena literatura".
Ahora, sobre el primer conjunto, evidentemente, consideramos reprobables a aquellos que sólo leen de vez en cuando. Del segundo conjunto, a los que leen literatura comercial. Lo siento, pero leer sólo Harry Potter, Crepúsculo, Paulo Cohelo, Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Caldo de pollo para el alma, y cosas así, es vergonzoso, no todos ellos están bien escritos y son famosos no porque sean buenos, sino porque su publicidad es buena.
Reconozco que mis prejuicios literarios son grandes, me gusta leer premios Nobel, clásicos de la literatura, y también algunos muy reconocidos (con premios y reconocimientos internacionales), y otros que no son ni tan famosos ni tan reconocidos, pero cuyo estilo y temas me apasionan. Pero, no creo que mis prejuicios sean malos, es decir, tenemos una vida limitada, con tiempo para leer aún más limitado, y hay muchísimos libros que DEBO leer antes de morir (que, como esto es incierto, uno tiene que apurarse a hacerlo), y no es opción desperdiciar tan poco y preciado tiempo, en malos libros, o en pésimos autores.
Retomando la afirmación de que leer te brinda un nivel cultural y de lenguaje, tengo que escribir que esto está relacionado con la calidad del libro, la manera en que se lee, así como del tema (Me encanta leer las obras de Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio, pero sé que esto no me brinda un mejor vocabulario, en términos culturales). En la escuela siempre nos dijeron que leer mejoraba la ortografía, pero son pocas las personas que conozco que leen y tienen una muy buena ortografía o redacción, y mi explicación es que su manera de leer no es a conciencia.
Me parece indecente no reconocer, de entre mis conocidos, a una persona que lee excelentes libros, para ella leer es una necesidad existencial sin la que estaría incompleta, le dedica tiempo, dinero y todo su ser a los libros, y me hace sentir que no soy la única persona que se siente así cuando lee. Siempre recuerdo a quien ya no está, que también era así, pero ahora, sólo quedamos dos.
Propongo que todos nosotros dediquemos por lo menos dos horas a la semana a la lectura, a los buenos libros, y a sentir lo que otros escriben, esto engrandece el espíritu (¿?) y brinda muchas ideas, palabras y pensamientos que son imposibles conseguir de otra manera. Leo, luego escribo.

1 comentario:

  1. Yo siempre soy feliz porque lees y eso nos deja compartir muchas cosas maravillosas, pero no estoy del todo de acuerdo con la propuesta... Claro que uno prefiere buenos lectores como amigos, pero Dios bendice a todos los no-lectores y los malos-lectores que llenan sus horas de solaz... ¿Qué sería de nosotros "haurita" si todos leyeran buena literatura?

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¿Soy sólo yo?