jueves, 21 de mayo de 2009

24 horas en la vida de una mujer


Hace un año, aproximadamente, paseábamos entretenidos entre los libros de El péndulo, yo quería algo de Heinrich Böll y Ángel buscaba un buen libro de teatro, de los que rara vez consigues. Me acerqué al chico que resuelve dudas, y pregunté por los libros que me interesaban, no había ninguno, pero él se mostró asombrado de que alguien preguntara por libros de Böll, pues dijo, pocas personas lo leen (y muchas menos siendo tan jóvenes como yo) y, me recomendó a Stefan Zweig, Carta de una desconocida, específicamente, citando sus palabras dijo: es un libro que dice todo, sin necesidad de decirlo.
Al llegar a casa, lo leí. Decir que es uno de los mejores libros que alguna vez mis defectuosos ojos han podido leer, sería poco descriptivo. Es sublime, de aquellos que te cambian la vida (Aremy me preguntó un día qué libros habían cambiado mi vida, y este sin duda lo es), perfecto. Nos hicimos lectores devotos de Zwieg, he leído Confusión de sentimientos, cuentos (una compilación), y recientemente (el domingo) 24 horas en la vida de una mujer. Como los anteriores, y espero los posteriores también, es hermoso y perfecto. Una historia corta, en la que una inglesa le relata al narrador 24 horas de su vida, y cómo estas la cambiaron. Las descripciones son siempre atinadas, me cuesta trabajo encontrar las palabras que califiquen un libro como este; pero, podríamos decir que todas y cada una de las palabras, situaciones y descripciones son el justo medio siempre, me da la sensación de que nadie más podría nunca describir perfecto cualquier situación o persona, como si él fuera el detentor de los absolutos literarios y nunca dejara de usarlos.
No sé en qué lugar de los libros de Zweig que he leído está este, sé que hasta ahora el favorito es Carta..., pero después, no es claro. Son tan hermosos que jerarquizarlos sería ofender a la perfección.

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