martes, 19 de mayo de 2009

Horario de oficina


Nuevamente, me he visto en la necesidad de recurrir a la manera ortodoxa de recibir dinero: mediante un trabajo de oficina. No es, en realidad, algo que me guste mucho, pero la necesidad y las pocas opciones que ofrece el mundo profesional bien pagado, no dejan más.
Esta situación me provoca varias emociones encontradas, por un lado la satisfacción de un ingreso estable, la comodidad de trabajar sentada y en un espacio "decente" (no los hay así tal cual, pero uno lo va arreglando para que sea agradable), y creo que ya; pero, por el otro, tiene varias negativas, la obligación de cumplir con una vestimenta (no entiendo por qué uno tiene que vestirse formal, para trabajar todo el día frente a una computadora. No propongo trabajar en bata y pantuflas, pero la comodidad debería ser importante.), y sobre todo, y la más conflictiva y molesta para mí, cumplir con un horario establecido, independientemente del cumplimiento de tareas y labores.
Sé que no todo el mundo es eficiente y productivo, pero yo lo soy, puedo realizar mis actividades en mucho menos tiempo del requerido para ello; y esto me deja con muchas horas diarias sin algo qué hacer. Por supuesto, un jefe diría que siempre hay algo que hacer, pendientes o nuevas cosas por realizar, y que todo el tiempo debe ser bien aprovechado. Pero seamos honestos, llega un momento en que no hay nada más por hacer, pues si hay algunos pendientes y los hacemos ese día, ¿qué haremos el resto de la semana? Por no mencionar que no se nos contrata para inventarnos actividades, sino para realizar unas preestablecidas, o congruentes con el puesto y demás. A mí, en todos los trabajos con horario de oficina que he tenido, me sobre mucho tiempo, y me molesta no poder usarlo de manera útil o práctica, o tener que esconder lo que estoy haciendo porque no está bien visto que uno "pierda el tiempo" en la oficina.
Comprendo que hay ciertos trabajos que no permiten un horario abierto o enfocado sólo a resultados, pues es parte del puesto estar disponible por si algo más se ofrece. Éste es mi caso, y es triste. Si yo pudiera, en estas horas que no hay nada qué hacer, sacar mi libro y leer, escribir, trabajar en algo más, o simplemente chatear y navegar sin destino por internet, sería feliz; pero no es así, seguramente si mi jefe me viera haciendo algo así, se molestaría, porque "no te pagan para hacer tus cosas, sino para hacer lo que se requiere en la oficina, y para eso estás, para trabajar". Mala idea. Tener trabajadores perdiendo el tiempo entorpece su desesmpeño, pues desanima a querer si quiera venir a trabajar.
Después, existe otro terrible problema: el tiempo empleado en trabajar. Yo, entre mis 8 horas de trabajo, la hora de comida, y la hora y media de transporte (podría ser más, lo sé), estoy diez horas y media ligada a mi trabajo; cuando finalmente llego a mi casa, estoy cansada y no tengo ganas de hacer mucho, pero en casa también tengo cosas que hacer, limpiar, arreglar. Tengo pareja y perros con los que quiero pasar tiempo, y necesito energía para hacerlo (sobre todo si deseo sacar a pasear a los perros, o salir con el novio). Pero también, tengo el deseo de hacer más de mi vida, ver a mis amigos, tejer, estudiar idiomas, psicoanálisis, y hacer ejercicio. ¿En qué momento podré hacerlo? ¿Nadie se ha dado cuenta que trabajar implica un sacrificio terrible hacia la superación y satisfacción personal? ¿No sería mejor fomentar la productividad y reducir las horas de trabajo? Sé que yo sería muy feliz así, trabajaría mejor y siempre con disposición, y tendría mucho tiempo para hacer cosas que me causan satisfacción y felicidad.
Yo, no nací para esto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Soy sólo yo?