miércoles, 29 de julio de 2009

La "otra" clase social

No vengo de una familia adinerada, ni mucho menos con pedigree, mis abuelos tuvieron buenos ingresos (ahora sólo viven de mantenidos por el gobierno, según palabras de mi abuelo, porque está pensionado) y estos les permitieron darle a sus hijos muchas comodidades y una buena vida. Así, crecimos en una familia de clase media, estudiamos en escuelas privadas, viajamos (aunque nunca a Europa o lugares así), tuvimos algunos lujos, pero sobre todo y gracias a mi madre, buenos modales. Ella siempre decía que los modales eran indispensables, pues nos permitirían mejorar nuestra condición (es decir, subir de clase social, convivir con los ricos, y no desentonar).
Mi papá, por el otro lado, siempre estuvo preocupado por que tuviéramos una excelente educación, pues esto era lo que en verdad nos permitiría tener el mundo. Tengo que aceptar que la tuvimos (una excelente educación). Los amigos y compañeros que tuve a lo largo de mi educación básica fueron educados más o menos igual, los papás estaban muy preocupados por la calidad de la educación y la posibilidad de que tuviéramos un futuro profesional satisfactorio.
Me parece curioso, porque todo esto se mueve como si fuéramos otra clase social, no forzosamente relacionada con la economía, sino con la cultura y el conocimiento. Como patadas de ahogado: como no les pudimos dar vida de ricos, les damos educación, para que se puedan realizar. Así, en esta clase social, esta maravillosa burguesía, tiene mejor nivel aquél que haya realizado estudios de posgrado, y por supuesto quien tenga doctorado en una de las 10 mejores universidades del mundo, será el rey.
Esta mentalidad, por supuesto, la tengo muy arraigada. Me gusta estudiar, mucho, pero sobre todo, la posibilidad de algo mejor y diferente. No forzosamente económico, sino de satisfacción personal, de poder llegar por las noches a mi casa y sentirme exitosa, pensante, grande. Desgraciadamente, me he dado cuenta de que no es tan sencillo, tener estudios de posgrado, trabajar y ser independiente es muy difícil, a mi papá se le olvidó mencionar que este plan necesitaba, prima facie (ja ja), a alguien que me mantenga (y no sólo con lo básico, sino también con los estudios).
Quien me conoce, sabe que no es mi caso. No he encontrado a alguien que quiera pagarme mi formación psicoanalítica (sobre todo las 3 sesiones semanales de análisis), y así, estoy atorada en un limbo en el que cuento con una licenciatura, pero que no es suficiente, ni para mi ni para mi mundo. Cualquiera tiene una licenciatura. Muchos de mis conocidos tienen estudios de posgrado (por lo menos una con doctorado y estudios en Harvard). Yo quedé, tristemente, relegada en un mundo en el que no soy todavía lo que quiero ni todo lo que puedo ser, por un pequeño detallito: el sustento económico...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Soy sólo yo?