miércoles, 17 de septiembre de 2014

Estado: perdida.

Hace unos meses tomé un seminario sobre el AMOR, desde la perspectiva psicoanalítica. La verdad, es la segunda vez que tomo este seminario y no, en realidad no se trata del amor sino de la postura de los sujetos ante la sexualidad (posición masculina o femenina, tener o ser el falo…) y de cómo esta postura define también su manera de amar. Fue un seminario intenso, leí mucho y traté de producir algo de toda esta teoría, sumada a mi experiencia (tanto sobre la teoría, como sobre el amor) y en esa producción, me di cuenta de que no sé cómo se siente ser amado.

Sí, amerita una explicación más detallada. Sé amar, eso sin duda; lo siento en mi cuerpo, en mi sonrisa, en mi pensamiento, me da una sensación de tranquilidad, paz, certeza (y no sólo amar a una pareja, sino a los amigos, familia y demás). Cuando amo, siento que quiero estar con esa persona, platicarle cosas que he hecho o me han pasado, escucharlos, construir historias y recuerdos juntos. Después de estar con ellos, me llevo una sensación de “calorsito”, siento que me voy con más de lo que tenía o sentía al llegar, que ellos y la conviviencia con ellos hizo crecer algo, además del amor que sentía ya por ellos. Esto es lo que yo entiendo de esa cita de El Principito, de que el amor es lo único que crece cuando se reparte (o algo así, no la tengo de memoria ahora). Sé a quiénes he amado y puedo decir por qué, aunque sea un poco vago, pero puedo ponerlo en palabras y sentimientos, emociones, sensaciones, sonrisas. Lo sé, con certeza absoluta, y no hay nada que me haga dudarlo (así, también, puedo distinguir entre lo que ha sido amor y lo que no. Si pienso por qué los amaba y sólo puedo contestar “no lo sé, sé que era amor pero…”, eso significa que no era amor, en el amor no hay duda). Inclusive cuando se refiere a personas que ya no están en mi vida, los recuerdo y puedo sentir vestigios de ese amor.

Desgraciadamente, hace unos meses me vi en una situación de crisis porque no había armonía entre lo que sentía y pensaba sobre el amor que él siente por mí. Sabía que me amaba, él lo decía y se escuchaba “genuino”, su mirada decía lo mismo, algunas acciones suyas lo demostraban (detalles, caricias), pero yo no lo entendía bien, y tampoco sentía ese calorsito o certeza. Y me di cuenta de que no sé cómo se siente ser amado, no cómo el otro lo demuestra y expresa, sino cómo se siente en mí, cómo YO SIENTO EN MI ESE AMOR, siento el amor que ellos producen en mí, pero ese amor que debería acompañar a esas frases de “te amo” “te quiero mucho” en mí, eso no lo siento. Ya no sé si es porque no sé hacerlo, es decir, sentirlo, identificarlo, o porque no existe, porque el amor es una ficción que uno crea a partir de lo que sientes y la armonía o sintonía que esto tiene en las acciones y palabras del otro.

Este fin de semana, me quedó un poco más claro. Es muy difícil sentir el amor que alguien profesa por mí, cuando no lo entiendo, cuando pienso que esa persona no considera que yo “valgo la pena” (se escucha horrible, pero no sé cómo expresarlo, tal vez es más adecuado escribir que consideran que yo tengo cualidades suficientes o determinadas para ser meritoria de su amor), que me ama porque tiene miedo de buscar a alguien más para amar, o porque no hay nadie, o porque tal vez no haya nadie más, que me ama porque me gusta y eso lo hace sentir bien sobre sí mismo… pero, ¿y yo? ¿dónde quedo yo aquí? No me siento amada por quien soy, por lo que hago… carajo, ni siquiera sé dónde quedo después de esto. Me siento total y completamente perdida, siento apretado y ganas de llorar cuando lo pienso, no siento calorsito, no siento certeza, no sé ni dónde estoy ni si quiero seguir ”aquí”. Es más, ni siquiera sé si lo que siento yo es amor, por él, porque no entiendo qué pasa, porque no siento que esté bien (no en cuestión de bueno o malo como valor, sino de que se siente bien, sin explicaciones, más bien como emoción o sentimiento), porque no puedo construir a partir de la incertidumbre.

Esto suena un poco pendejo, pero para mí funciona así. No importa cuánto, en términos cronológicos, dure una relación o el amor, yo debo sentir la certeza de que es para siempre, y que justo porque no es algo pasajero, entonces vale la pena jugarse todo ahí, porque ése, ése y no otro, es el lugar en el que quiero jugarme mis canicas, todas mis canicas, todos los días. Para mí, a partir de esta certeza del siempre, es que puedo construir una relación, crear, compartir, amar. No lo puedo concebir al revés: primero construimos y luego evaluamos si esto durará o no toda la vida.
No. Para mí, se construye porque va a durar toda la vida, sin importar cuánto tiempo sea “toda la vida”. Yo ya hice esto, ya construí con alguien, hice una vida con él, y aunque esa relación terminó y, por ende, “no funcionó”,  yo la viví como completa, como algo que duró una vida: yo tuve una vida con él, hice una vida con él. Y el chiste está en “una”, no hice “mi” vida con él, no le di MI vida, hicimos una, juntos.

Hoy, ya no siento esa pertenencia, esa certeza de que es aquí. Porque aquí, no me siento amada por ser yo (con todo lo imaginario y psicoanalítico que cabe en esta ficción de que nos aman por ser nosotros y no, como sucede en realidad, por hacer semblante de ése objeto que sí puede colmar su falta), siento que él me quiere aquí porque le gusta lo que siente él sobre él. Y esto no puede dar pertenencia, una cosa es ser un objeto causa de deseo, y otra es ser un objeto funcional… no un fin, sino un medio. No algo valioso en sí, sino un instrumento.


Me siento perdida y además desahuciada, porque en unos días, con unas palabras, me quitaron el amor que yo sentía por alguien más y, además, me quitaron la certeza y pertenencia que sentía. Esa que jamás había sentido, esa que me hacía perdonar y aguantar y dar y amar. Porque hoy, sólo sé que estoy perdida y duele.

3 comentarios:

  1. Cuando alguien no tiene claro por qué te quiere o no te quiere por quién eres realmente sino por una idea preconcebida que tiene de ti, mejor pasar página. Es muy triste pero con los años aprendí a ser así de expeditiva. Un besote!!!

    ResponderEliminar
  2. Dos cosas: una cita primero, del Paciente Inglés, y parafraseada porque no me acuerdo exactamente cómo es: "The important thing you have to learn is to love and be loved in return."
    Segunda cosa: ¿esto es en septiembre? ¿Y luego?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues... aquí seguimos. Ya no perdida, pero todavía lidiando con el asunto de sentir el amor que alguien más siente por mí.

      Eliminar

¿Soy sólo yo?